Del odio al amor.
De campeadores está llena la barra del bar.
Adalid de ideas purificadoras. Así... En general.
Ser ofuscado que cree ser algo. Normal...
Asaltacunas, moco en bandera, piel fina, inmoral.
Salvapatrias de herencia patriarcal.
Salivadores sin babero, de mente demencial.
Y que tuvieras que irte tú, amor inabarcable,
habiendo tanto inútil desechable...
Voceros del discurso rancio, añejo y blasones.
Especialistas del arte de la puñalada entre ladrones.
Adoradores de dictadores, defensores del corrupto, y sus dones.
Aplauso y ovación al calor del dinero por cojones.
Asesinos de la libertad, la sanidad, la educación y sus valores
Manga bragas que pagamos los demás. La definición de traidores.
Y te fuiste tú, siendo lo mejor del género humano.
Habiendo tanta mosca cojonera y tanto gusano.
Defensores de vena gorda al maltrato infantil, Palestino.
Cuello tieso de honorable puterío clandestino.
Pagadores de gulas y tendidos en el cielo divino.
Personas honorables, jueces de la moral y sus vecinos.
Gente como Dios manda. De lo público inquilino.
Cuñados de patatas bravas en el Congreso, y mucho vino.
Y te tocó a ti, tanto sufrimiento, tanto dolor incluso acabando.
Que el tiempo se detenía mientras tú te ibas apagando.
No pocas cosas me dejo en el tintero.
porque ellos hacen el juego, las normas, y el tablero.
Si tú que me lees, eres fruta de ese mismo huerto, ya puedes sacar el acero.
Que yo nada tengo que perder. No pienso callar "caballero".
Y aunque aquí se hable de amor, con tu bandera de odio me limpio el trasero.
Que para mí, todos sois hijos del asco, corazones podridos con agujeros.
Y tú mi amor que te fuiste mucho antes de tu hora.
Eres y siempre serás mi musa. Yo seré la mano y tú la escritora.