como eres para mí amor.

https://www.instagram.com/reel/DMrvFOyM5ZWFmfde_1BlLM99hwyeY1HW8NccQE0/?igsh=Ymw1NnpuYjkwd3Q5

O en Youtube 

https://youtu.be/JlftpKCsogI?si=gumrjvtcif6YXI-d

Vestía desde la juventud de su pensamiento.

Nunca le regaló nadie otra cosa que no fuera esfuerzo y siempre estuvo más que a la altura del reto.

Era superviviente de la violencia criminal sigilosa. Esa que vive callada de puertas para adentro. 
Autora de un mar desbordado de lágrimas en silencio.Del dolor que solo sienten los incomprendidos e ignorados por su sangre.
Culpable de su propio sentimiento de culpa por aguantar todos esos años, sin tener el valor de volar libre, llevando lo que más quería.

Pero se consiguió redimir y ser feliz por ello, aunque mucho menos tiempo del merecido. Doy fé.

Portadora del virus del amor de madre.
Con la ferocidad del acantilado, la dulzura del olor a melocotón, y toda la pasión que solo se puede tener al ser una gran madre y persona.

Un ejemplo de resiliencia y valentía, digno de ser recordado como un patrimonio universal.

Lectora ávida y masiva de la buena literatura. Siempre certera en la crítica o alabanza hacia cualquier obra escrita. Muchas veces volé con ella al mundo que residía en las letras. Nos leíamos para amenizar el tiempo conjunto.

Oyente disfrutona de la música encumbrada a la excelencia.
Fan de la poesía de las letras de Antonio Martínez Ares. Oveja negra de raza, que me enseñó a amar su mundo carnavalesco. Juez perfecto para jurado del gran teatro Falla en su febrero de oro. 

Ella era una marioneta, de la comparsa Los esclavos, cuenta nuestra vida con todo lujo de detalles.

Esa es nuestra canción favorita, como no puede ser de otro modo.


Su película favorita, la vida es bella. Solo se puede ser muy buena persona, al anteponer esa maravilla a todos los títulos que existen. También doy fé de ello.

Tertuliana maravillosa de café bien preparado y relajada conversación.

Cocinera de primera categoría a la altura de los mejores fogones. Mágica con los sabores, olores y texturas. Mis antiguos 150 kilos y mi glotonería compulsiva dan fé por ello.

Madrina abnegada, triste y siempre dolida. Su brillo se atenuó drásticamente un día negro, tras el trueno inesperado y jamás recuperó la esperanza. La pérdida de su primer hijo nacido de otro vientre la sobrecargo las espaldas y vació un tercio de su amor. Siempre llevó ese horrible peso.

La mano y corazón de un Dios para los peludos.

Progresiva e igualitaria en los derechos y el amor. Venga de quien venga y del lugar que sea. Libre pensadora defensora del concepto universal de la igualdad.

Dura como el más bello y resistente diamante.

La paciencia personalizada.

La sal de la vida con olor a albero recién mojado.

Su perfume preferido, Petite Cherry. Ahora es también el mío.

Orgullo pleno del que escribe.

Amiga, pareja, compañera, amante… Todo en un recipiente enfermo, pero hermoso contenedor de un alma pura y excepcional.

Un ser de luz que siempre fue muy bella a mis ojos, entrenados para encontrar la hermosura artística del rostro.

Maravillosamente dotada para el mejor humor inteligente y sarcástico. 

La bofetada tierna de la caricia.

El latido acompasado de mi roto corazón.

La mejor compañía para devorar la vida a mordiscos de felicidad.

Tierna como un bizcocho recién hecho, sumergido en el néctar de la ternura.

Dueña ama y señora de mi carcajada más desternillante.

No hay cráter universal más profundo que el roto de mi alma, por tener que verla partir, antes de lo que siempre será demasiado pronto y sin mi.

Me enamoré de ella antes de nacer ambos.

La encontré porque así estaba previsto mucho antes del ser, o estar.

Al marchar, se llevó el otro extremo de mi madeja, para que pueda seguir su rastro.


Estamos destinados a volver a encontrarnos y amarnos, tantas veces como vidas tengamos. Así ha sido antes, así ha sido ahora, y así tiene que ser el futuro. 

Está escrito en el contrato.

Tras su paso solo me queda esperar a que salga mi tren, pero es mucho más lento el paso del tiempo. 

De todo ello doy fé.

Tú y yo contra el resto del mundo bichito.