Ayer soñé que moría.
Ayer soñé que moría. Y estando en pleno éxtasis de gloria en el hospital,
vi entrar poco a poco un desfile luminiscente, de quienes me venían a acompañar.
Y vi a mi padre hecho un chaval y a mi tío todo amor y ternura. Ví al pasado que me acompañó en mi historia real.
Mucha gente vi pasar, pero no a quien yo quería encontrar .
Ayer disfruté de un sueño que quise cierto. Y esperaba desde hacía tiempo, con impaciencia,
¡Por fin llegaba el añorado momento qué tanto llevaba pidiendo!
Y en aquella cama de hospital, cual si de un rey en plena audiencia,
Desfilaban sonrisas, besos, manos y abrazos, de los que me seguían queriendo.
Me recuerdo estando en la cama como tatuado, y usando todas mis fuerzas me incorporaba,
escudriñando entre los huecos, buscando en cada rincón. Mirando por todos lados sin encontraba tu cara,
Miraba y preguntaba como enloquecido. Y apartaba nervioso a quien paraba al frente. Deseando encontrar a mi amada.
Pero no vi nada, y los que llegaron felices a mi encuentro, se apesalumbraron al ver como reaccionaba.
Uno a uno abandonaron el cuarto. Las luces se apagaban y hasta la última me abandonaba.
Y lo que pareció ser un éxtasis maravilloso, dentro de un enjambre de luciérnagas de amor,
volvió a ser tristeza pena y amargura. Otra vez un alma atormentada. De nuevo un agujero en la nada.
Ayer soñé que moría, pero no pude alegrar la pena mía, que albergaba en el corazón.
Y por más que lo intenté no pude alargar lo que no fue un sueño, si no más bien un cuento,
Una de esas ilusiones que vives como las promesas que has de cumplir.
Algo en mí predijo, que lo que viví no era cierto, porque no soñé ni estaba muerto.
y tampoco era un recuerdo disfrazado, ni una historia que yo mismo construí.
Ayer soñé que moría, y hoy quiero repetir. Volver a ver si es un sueño.
Vivir de nuevo la paradoja pero esta vez desde un pensamiento nuevo.
Sabiendo que la paradoja es una invención y que la invención no tiene dueño,
Hacer de ese momento de amor, más bien el resultado de un encuentro nuevo.
¿Y si no, para qué soñar, y pasar por ese sufrimiento? ¿Porque hacerme creer que va a estar ahí a mi encuentro?
¿Qué sentido tiene si yo ya me siento muerto, tener que aguantar la risa, de un karma bromista?
¡Que viene a darme esperanza y luego me la quita!..y luego la promete, y todo es un cuento.
¡Maldito seas karma!¡ Deja de jugar con mis sentimientos! O llegará el momento que mi cerebro no lo resista.
¡No busques más mi duelo! ¡ NO INSISTAS! ¡Qué el dolor todo lo tengo aquí guardado! En el corazón con mil cerrojos...
¡No es necesario maldito karma que vengas a recordarme lo que perdí y tanto añoro!
Si te divierte ver que mi sufrimiento sea imposible de arreglar, ¡ MÍRAME BIEN A LOS OJOS!
No me importa maldito karma... Y Si otra noche sueño con que muero, moriré y ahí estará esperando la persona que adoro.
Y no te quieras poner envalentonado, porque puedas jugar con la realidad y con lo no creado,
Porque una cosa te diré karma maldito. Un corazón que ha vivido, que ha sufrido y que ha perdido lo que para él era la alegría.
Puede aguantar tus embistes y embustes, como una roca aguanta a un mar que viene encabronado.
Y sabe porque dentro lo lleva, que algún día soñará que habrá muerto, y tras su muerte la encontrará de nuevo y con ella la vida.