Una curiosidad sobre los conceptos y las interpretaciones.
Hola mi amor. Ven siéntate aquí conmigo
Anoche me surgió una reflexión que quería compartir contigo, y como sabía que se me iba a olvidar, la escribí anoche para podértela contar ahora.
Recuerdo que cuando nos empezamos a salir, tú eras reacia a comenzar una relación de manera pública, y no es que te quisieras esconder, sino que simplemente te daba apuro lo que pudiera pensar la gente, al ver que tienes doce años más que yo.
Ese apuro que sentían la mayoría cuando decían dirigiéndose a mí:
_ ya le estaba diciendo yo a su madre...
_no es mi madre, es mi mujer.
Y entonces es cuando se encendían como un farol, deshaciéndose en disculpas.
Yo recuerdo que te comenté que si fuera al contrario dirían que yo soy un picha brava, y eso en el caso de la mujer se transforma de picha Brava a un coño caliente. También te dije que lo que diga la gente a ti por un oído te entre y por el otro te salga, porque lo que tiene que importarte es lo que yo te amo. Y que siempre he ido orgullosísimo de tu mano cuando íbamos por la calle.
Estaba haciendo este momento de recuerdo porque estaba hablando con tus cenizas. Las que evidentemente por todo el amor que te tengo y porque a mí me da la gana, las tengo en la cabecera de nuestra cama a mi verita, para poder acariciarte de vez en cuando y poder tener estas reflexiones contigo. Y lo que digan o piense en los demás me la trae al pairo.
Pero:
Desde que estoy con esto del tratamiento del duelo hay muchas cosas que no me cuadran, y en cierta manera me siento incluso agraviado.
Por ejemplo eso del "duelo del cuidador".
Esa denominación que suena a palomitas en el aire. Qué es eso del duelo del cuidador?
A mí la denominación me transmite distancia.
Yo puedo cuidar de una planta y no por ello estar enamorado de ella, puedo cuidar un aparcamiento, cuidar la rop... No sé! Es algo que creo que no está bien establecido.
Ya ni te cuento la situación cuando se refieren a mí. Porque mira yo creo que cuidar de una persona es una obligación si estamos hablando de alguien profesional, o no profesional, pero que dedica su tiempo a cuidar de personas que lo necesitan, y cobran por ello.
Esa persona puede tener mucho cariño a quién está cuidando, pero no deja de ser simplemente un trabajo.
Por eso creo (y así lo siento), que cuando me dicen eso menosprecian los sentimientos, y me entristece más.
No sé ! Estas cosas me hacen dar vueltas a la cabeza. Y no digo que no me parezca correcto que repongan una denominación. Lo que de verdad me molesta es, que como añadido te dicen después "usted tiene el duelo del cuidador y además como era su compañera pues..."
No sé si me entiendes cariño mío, a mí lo que me jode justamente es ese añadido.
No señores el añadido es lo importante! Yo tengo un duelo porque he perdido a una persona a la que amo, y como añadidura yo era su cuidador.
Yo creo que si hay amor no hay trabajo a la hora de cuidar a quién quieres.
Bueno no sé si mis conceptos han sido explicados con la claridad que me hubiera gustado, más bien creo que no. Simplemente te diré que para mí amarte equivale a todo lo demás, y que por el amor que te tengo, ni esfuerzo, ni obligación me parece. Más bien al contrario. Me siento orgulloso de poder atenderte. Porque para mí ir agarrados de la mano, o de la cintura por el medio de la calle, de la mujer a la que amo aunque tenga 12 años más que yo, a parte de darme la mayor de la satisfacciones me hace sentir orgulloso. no un picha brava. Pues con esto lo mismo.
Todo esto venía a colación del tema de las cenizas. Me han comentado en varias ocasiones, ha salido en conversaciones con médicos, el psicólogo el otro día, y probablemente incluso el psiquiatra lo comente.
No he visto extrañeza ninguna, cuando me han preguntado por tus restos y les he dicho que los tenía a la cabecera de la cama. Primero el gesto era de total neutralidad, y tampoco le dieron la mayor importancia al hecho. No les parece raro. Y luego sin embargo te das cuenta de que le ponen apelativos y añadidos a los conceptos que utilizan, para diagnosticar algún problema mental.
Pero por otro lado también tengo que reconocer, que en cierta manera haya una especie de normalidad a la hora de tratar los restos de las personas. Porque no hace tanto tiempo algo así era lo común.
Yo recuerdo en mi niñez, de no sé si fue en casa de la abuela, ayudando a sacar algo de los armarios o lo que sea, cuando vi por primera vez una urna. Me pareció un sitio muy raro para guardar un jarrón como de chapa. Creo que fue con la abuela con quien lo comente y me dijo que eran los restos (creo, que de eso no estoy muy seguro,) de mi tío el que se murió en la panadería que te comenté una vez, al parecer por un golpe de calor. Bueno eso habría que ver si no murió por explotación humana. Eran aquellos tiempos de vorágine.
El caso es que se comentó de la manera más normal.
Tú sabes, que antiguamente, los restos de tus seres queridos, cuando pasaban una serie de años había que sacarlos de el nicho o de la tumba bu si no era en propiedad.
Y recuerdo perfectamente cuando cumplió el tiempo de mi tío Arturo, porque vino el abuelo a sacar los restos, y los llevaba mi padre a la vuelta al pueblo en el maletero del coche.
Y en una de estas paradas que hicimos para estirar las piernas y demás, fue cuando yo vi la caja aquella.
Me pareció una caja muy pequeña porque el maletero de un 127 no era realmente grande. Y estaba como desvencijada. De todas maneras ya sabes que esas cosas siempre tenían hermetismo y un silencio que no se solía comentar. Y menos a un chiquillo.
Antes la gente se hacía cargo de sus muertos. Se velaban en tu propia casa, se organizaba incluso la reunión de la gente, se les ponía de comer se les daba algo de café etc, y recuerdo que se pasaba la noche con el tema de los Rosarios y todo esto. (Bueno también es la religión católica que es así, pero en aquellos tiempos era lo más normal. )
Lo curioso es que ahora parezca también normal o se sigue atribuyendo a la normalidad tener los restos de tus seres queridos en tu casa, y rompa esa normalidad el hecho de que sea la persona marido, la mujer, o un hijo el que los cuida en vida.
Solamente es una reflexión que me surgió cuando te iba a decir buenas noches mi amor. Me vino eso a la cabeza y quería hablarlo contigo.
Y me recordó aquella conversación que tuvimos sobre el tema de la edad y me gustó que tú teniendo una inquietud, supieras ponerla en comentario, para que yo te conociera un poco mejor. Y eso es lo que yo valoré.
Hay que ser muy valiente para decirle a una persona que estás empezando a conocer, a la que verdaderamente le tienes mucho cariño y estás empezando a enamorarte, que tienes una inquietud y una inseguridad. También déjame que te diga, que para mí lo que tú podías pensar como talvez una debilidad, fue un acto enorme de valentía.
Eso acrecenta más todavía mi convencimiento de que el concepto duelo por cuidador, nunca puede tener como añadido ser familiar, o la pareja del fallecido. Es totalmente al revés.
Y perdona por estos quebraderos de cabeza que tengo a las doce y veinte de la noche del viernes, (que como sabes bien) duermo poco y mal.
Y como te echo tanto de menos aprovecho, cualquier momento para poder hablar contigo aunque sea a través de esta máquina.
Ya termino no sin decirte antes lo enormemente enamorado que estoy de ti, y que estas pequeñas cosas no hacen más que alimentar mi convencimiento, de que para mí lo más importante en la vida has sido y serás siempre tú, como persona, como compañera y amiga. Y que la gente siga pensando lo que le da la gana, porque si no me importaba lo que decían cuando nos veían besandonos en cualquier lugar, que me puede importar que piensen si estoy equivocado o no por dejarme ir por amor.
Creo que no valoran el amor en su justa medida, ni la enorme importancia que puede llegar a tener para alguien como nosotros.
Te quiero mucho amor mío y te hecho en falta cada segundo de mi vida.